Y por fin llegó el día, el viernes 14 de diciembre comenzó nuestra colegiada, y nos adentramos en un mundo de cuento en el que todo se transformó.Tras bailar un poco con nuestros compañeros para entrar en calor y hacer los grupos, preparamos nuestro grito de guerra amoroso.
¿Y por qué amoroso? Muy sencillo, porque teníamos la misión de buscar a las princesas, que están siendo perseguidas por los malos cuentos, y necesitábamos que confiasen en nosotros antes de hacernos una prueba de nuestra valía.
Tuvimos que desafiar a la lluvia, pero ni todo el agua que cayó pudo detener a todos estos chicos, que querían ser los protagonistas de este cuento.
Y algunos traían recuerdos de las princesas, como las varitas, pañuelos y otras cosas interesantes.
Después de secarnos y cambiarnos, una gran cena para recuperar fuerzas, ya que todo personaje necesita alimentarse bien para poder seguir su aventura. Además, nos reunimos con nuestro grupo para analizar las actitudes de los diferentes personajes en los cuentos, y poder ver cuáles de esas actitudes tenemos nosotros en casa con nuestras familias, con los compañeros en el colegio, con los amigos, con los estudios....
Y también vivimos el momento en el que las brujas y los malos espíritus se colaron en nuestro castillo y secuestrar a las princesas, aunque si las derrotábamos podíamos deshacer el conjuro.
Aunque algunas personas pudieron pasar algo de miedo, todos superaron sus temores y dificultades.
Y sin duda, antes de dormir, tuvimos un momento fundamental de toda actividad de los JOS y de nuestra historia, la oración en la que dimos gracias a Jesús por el cuento feliz vivido durante el día, escribiendo las razones concretas de nuestro agradecimiento y colocándolo en un "muro de historias"
Parecía que el cuento ya se había acabado, pero nos quedaba mucho por vivir todavía. Para empezar, un buen desayuno y una limpieza de OSCUS con el espíritu de los JOS, que es dejarlo mejor todavía de como nos lo habían prestado, y pese al sueño, se hizo con muchas ganas y con eficacia.
Con todo ya preparado, llegó el momento de continuar nuestros juegos de cuento.
Y para acabar, una reunión por grupos en la que teníamos que "aterrizar" lo vivido. Nuestro cuento no es una colegiada, es nuestra vida diaria, y tenemos que ser protagonistas del mismo, ayudando a todos los personajes que viven en nuestro cuento (padres, amigos, etc.). Nos comprometimos a hacer algo que no hiciésemos ya y que nos hiciera mejores en el cuento, como ayudar en casa, haciendo más caso a nuestros padres, estudiando más... Y para que eso no se nos olvidara, nos pusimos una pequeña pulsera en el grupo para que no se nos olvidara.
Y COLORÍN COLORADO, LA COLEGIADA SE HA ACABADO...
PERO EL CUENTO NO ACABA AHORA. Tenemos que elegir... qué cuento queremos vivir y qué final vamos a escribir.
